martes, 2 de marzo de 2010

Rechaza corte pedido para frenar bodas gays en Columbia, EU

Washington. El jefe de justicia John Roberts, de la Corte Suprema de Estados Unidos, rechazó este martes un pedido de los opositores al matrimonio homosexual para que frene una ley que permite la boda entre personas del mismo sexo en Washington, D.C.

La decisión de Roberts se dio a conocer justo antes de que la ley entre en vigor el miércoles. En diciembre, el consejo de la ciudad adoptó la medida, que sumó a la capital de Estados Unidos a una lista de cinco estados que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Los opositores al matrimonio homosexual argumentan que debería haber un referendo público sobre la ley, que amplía la definición de matrimonio para incluir a personas del mismo sexo, antes de su entrada en vigencia.

Roberts se negó a frenar la ley y dijo que el Consejo Electoral local, la corte suprema de la ciudad y su tribunal de apelaciones habían rechazado el pedido de un referendo.

Señaló que la práctica de la Corte Suprema ha sido derivar a tribunales locales las decisiones de temas del Distrito de Columbia relacionadas con temas locales.

También indicó que el Congreso de Estados Unidos permitió que la ley entrara en efecto.

Toda la legislación del Distrito de Columbia, donde residen 590 mil personas, debe pasar un período de revisión obligatorio de 30 días por parte del Congreso antes de convertirse en ley.

Los estados de Massachusetts, Iowa, Vermont, Connecticut y Nueva Hampshire ya autorizaron los matrimonios homosexuales.

Funcionarios de la ciudad informaron que el miércoles sería probablemente el primer día en que las parejas del mismo sexo puedan acceder a sus licencias matrimoniales.

Maíz transgénico y derecho indígena

La Jornada publica el artículo Maíz transgénico y derecho indígena de Magdalena Gómez. En el texto se lee: " Dentro de los graves escenarios de crisis en todo el país se está perfilando la discusión de unas propuestas de reforma política que de nueva cuenta olvidan la dimensión profunda del México pluricultural, y quienes pretenden abordarlo terminan enfocando las baterías a la representación política, cuestión que resulta menor ante la dimensión de vincular el derecho de los pueblos indígenas a la reforma del Estado. Evidentemente la clase política actual no está para reformas estructurales, éstas tendrían que devenir un nuevo pacto social ".

Para leer el artículo completo visita La Jornada.