sábado, 9 de enero de 2010

Frente internacional denuncia represión laboral en México

La Jornada. La Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de las Industrias Química, de Energía, Minera y en General (ICEM, por sus siglas en inglés), que agrupa a más de 20 millones de afiliados en el mundo, anunció la realización de una campaña informativa en 134 países en donde tienen representaciones, así como ante autoridades de Canadá y Estados Unidos de condena de la “política antiobrera” que despliega el gobierno de Felipe Calderón.


En conferencia de prensa Joe Drexler, secretario general adjunto de la ICEM; Dave Coles, presidente del Sindicato Canadiense de Comunicaciones, Energía y Papel (CEP); Fred Wilson y Ken Neumann, director nacional de United Steelworkers de Canadá, entre otros, criticaron las acciones “antisindicales” emprendidas por el gobierno federal en contra del sindicato minero, desde hace ya algunos años y ahora en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Destacaron también que es “imposible” hablar de respeto a los derechos humanos si no se protegen los laborales, “se encarcela a dirigentes como a Juan Linares Montúfar, del gremio minero; se persigue a otros, como Napoleón Gómez Urrutia, y se intenta terminar con sindicatos, como la situación del SME”.

Drexler comentó que la situación de los trabajadores mexicanos y de sus organizaciones sindicales son “tan perseguidas” que se puede afirmar que México en ese rubro está en los niveles de países como Myanmar y Zimbabue, naciones en que la persecución hacia los trabajadores y sus organizaciones sindicales no tiene precedente.

Ante esto aseguraron que “el mundo se enterará cómo se conduce Calderón” en este aspecto y calificaron como “abominable” que sea la “represión” la característica principal de la política laboral del país.

Consideraron que con estas acciones antisindicales lo único que se logra es “condenar a la pobreza a millones de trabajadores, los que ahora “no tienen garantías ni para asociarse ni para trabajar”.

Neumann comentó que “no toleraremos que un socio de Estados Unidos y Canadá se comporte así con sus trabajadores” y respecto al apoyo que han dado al sindicato minero, dijo que éste no cesará, porque existe “evidencia” de que la razón le asiste a este gremio y a su líder Gómez Urrutia. Destacó que “Grupo México y el gobierno federal lo que buscan es terminar con el sindicato y por eso agrede a su dirigente”.

En cuanto a la “persecución” al SME indicaron que si el motivo de fondo era combatir la eventual corrupción de la dirigencia de este gremio, lo lógico habría sido recurrir a los canales legales para actuar en contra de los líderes, pero no liquidar Luz y Fuerza del Centro y el sindicato entero.

Además insistieron en que no es posible exigir a una empresa que trabajaba con tecnología de los años 30 (como LFC) que tuviera una alta productividad, por lo cual esta causal también queda desechada como motivante para terminar con la paraestatal y su sindicato; esto fue “sólo un pretexto para ir contra los trabajadores”.

Una nueva etapa para los movimientos

Raúl Zibechi hace una reflexión sobre los movimientos sociales y la izquierda política a 10 años de Seattle y a la víspera del mismo lapso de la creación del Foro Social Mundial.


El artículo se llama Una nueva etapa para los movimientos y puedes leerlo en La Jornada.

Conoce más de Raúl Zibechi en Wikipedia

Gobierno de la Ciudad de México anunciará el lunes medidas anticrisis


El Gobierno de la Ciudad de México anunció la aplicación de medidas emergentes para hacer frente a la difícil situación desencadenada por la determinación unilateral de aumentar la gasolina con el encarecimiento de otros bienes y servicios.


Las medidas se darán a conocer el lunes. El gobierno capitalino recuerda que la inversión social es su principal eje de acción y critica el alza al precio de la gasolina, toda vez que se había pactado no encarecer al energético.

Asimismo, rechazó las versiones que buscan equiparar el alza en el precio del boleto del Metro con el incremento a la gasolina.


Hambre Cero y Beca-Familia, ejes de la política social de Brasil


De acuerdo con información de la embajada de Brasil en Santiago de Chile “Durante el Gobierno del Presidente Lula da Silva se han adoptado políticas para combatir la pobreza en las áreas de bienestar social, transferencia de renta, seguridad alimentaria y erradicación del hambre”.

Estas políticas se encuentran concentradas en el Programa Beca-Familia que entrega entre 6.7 y 42.6 dólares por mes a familias con renta per cápita mensual de hasta 44.8 dólares.

Beca Familia surgió en octubre de 2003. Tiene el objetivo de ayudar económicamente a los más necesitados y en él se unificaron todos los programas de transferencia de renta brasileños. Gracias a ello el apoyo económico a las familias de más bajos recursos se triplicó.

Entre los programas contemplados en Beca Familia se encuentran: Beca-Alimentación, Beca-Escuela, y "Auxílio Gás" (bono que otorga el gobierno para la compra de gas).

Beca-Familia es parte de un programa mayor, denominado Programa Hambre Cero, estrategia impulsada por el Gobierno de Lula para asegurar el derecho a la alimentación.

De acuerdo a la sede diplomática “el Programa Hambre Cero identifica el hambre como un asunto de política nacional, y no como una mera fatalidad individual. Esta política está encaminada hacia el logro de mayores niveles de inclusión social, a través de la universalización de los derechos de los ciudadanos, comenzando por apoyar los derechos sociales fundamentales, como el acceso a la alimentación, educación, bienestar social, y protección del empleo. Con el programa se espera contribuir al aumento de los niveles de vida en el corto y largo plazo, y a asegurar que la próxima generación pueda romper el círculo vicioso de pobreza y exclusión.”

Con esta labor el Gobierno brasileño construye "colchón de protección social" que busca mejorar la vida de las personas con programas innovadores, en mayor escala y direccionado principalmente hacia los más excluidos.

Brasil enfrenta con éxito la crisis alimentaria

La crisis mundial de alimentos se debe principalmente a la producción de etanol, a la especulación y al cambio del patrón alimentario en los países en desarrollo (PED’s) como China e India, asegura Guilherme Cassel, ministro de Desarrollo Agrario de Brasil, en un artículo publicado en Folha de São Paulo.

De acuerdo a Cassel, Estados Unidos usa el 10% de la producción mundial de maíz, lo que contribuye al aumento de precios.

A este factor se suma la especulación financiera que desató la crisis global y la creciente demanda alimentaria de los PED’s, ya que en estos países “sectores importantes de población de los PEDs entraron en la esfera de consumo de la clase media. El consumo de carne, por ejemplo, creció 100% en China, 70% en Brasil y 20% en India en los últimos 15 años.”

Esto repercute a todo el mundo, ya que de acuerdo con el funcionario brasileño en promedio son necesarios 7 kilos de cereales para producir uno de carne, lo que “está inflando el precio de los cereales” y que afecta “de manera dramática” a los 2.5 mil millones de personas que viven con menos dos dólares diarios.

El escenario alimentario de complica si tomamos en cuenta “el alza del precio del petróleo y los problemas de zafras causados por el calentamiento global. Hay importantes pérdidas de producción, en países como Australia y algunos países africanos, relacionadas directamente con problemas climáticos”, asegura Cassel.

Sin embargo, el ministro de Desarrollo Agrario destaca que su país está enfrentando de manera exitosa la crisis de los precios agrícolas. De acuerdo a su artículo esto se debe “a la presencia de un vigoroso sector de agricultura familiar que produce 70% de los alimentos consumidos por los brasileños y las brasileñas”.

“Desde 2003, desarrollamos una estrategia de fortalecimiento de ese tipo de agricultura, con políticas públicas de crédito, seguro agrícola, asistencia técnica y extensión rural. Al mismo tiempo, desarrollamos y estructuramos una política nacional de seguridad alimentaria articulada en torno al Programa “Fome Zero”. Fuimos aún más lejos, con la institucionalización de esa estrategia por medio de la Ley de Agricultura Familiar y de la Ley Orgánica de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Mientras que el índice de los precios agrícolas internacionales subió 83% durante los últimos 36 meses, la canasta básica brasileña subió 25% en el mismo periodo.

“La leche, un producto típicamente de agricultura familiar en Brasil, registró un aumento de precio de 120% en el mercado internacional en los últimos 24 meses, pero en Brasil el aumento fue de 25%. Ello se debe al aumento de la producción de leche, que pasó de 16 mil millones de litros en los años 90 a 27 mil millones de litros en 2008, alcanzando así la autosuficiencia. Fruto de un conjunto de políticas públicas para la agricultura familiar y de la reforma agraria.

“Otros países que desmantelaron sus políticas de regulación y que orientaron sus cultivos sólo hacia el mercado externo están sufriendo crisis de abasto e inflación”.

No obstante, Cassel reconoce que Brasil no es inmune a la crisis. Para sortear con éxito la situación, aclara, es necesario “evitar posibles impactos negativos, como la disminución del poder de compra de la población más pobre, la concentración y extranjerización de la tierra, la concentración aún mayor de las cadenas de distribución y la preferencia por la exportación agrícola en detrimento del abasto interno”.

Construir la solución a largo plazo, indica el funcionario brasileño, implica garantizar la oferta de alimentos e impulsar un reparto justo de la tierra, “la tierra es de quien la trabaja”, parafrasea a Emiliano Zapata, y resume los objetivos brasileños: “producir alimentos con calidad para garantizar la soberanía y la seguridad alimentaria de nuestro país”.

Nota: Recomendamos leer la entrevista a Guilherme Cassel, ministro de Desarrollo Agrario de Brasil, sobre desarrollo territorial publicada por la FAO, da clik aquí.

El Programa Hambre Cero en Brasil


Frei Betto, responsable del Programa Hambre Cero, se pregunta: "¿por qué mientras se legisla en contra del terrorismo, el SIDA, o la guerra, no se legisla contra la pobreza? La única respuesta que he encontrado por ahora es cínica: porque de los cuatro factores de mortandad ya señalados, el único que hace distinción de clase, es la pobreza.

De acuerdo con el análisis de este fraile dominico y teólogo de la liberación este era el escenario con el que inicio el gobierno de Lula da Silva:

"Brasil tiene ciento ochenta millones de habitantes y figura entre los cinco mayores productores de alimentos en el mundo; de modo que no tenemos ni falta de alimentos, ni exceso de bocas; tenemos falta de justicia, porque somos campeones no solamente de fútbol, sino también de desigualdad social. El 2% de la riqueza del país está en manos del 10% de la población y el 10% más pobre divide entre sí, comparte entre sí, 0,9% de la riqueza. Lo que significa que los ricos son más ricos y los pobres más pobres. En mí país hay que hacer una política de cambio de estructuras para poner fin a la miseria y reducir drásticamente la desigualdad social."

En la actualidad este país sudamericano es una de las economías más solidas de América Latina. El Programa Hambre Cero es un emblema de justicia social a nivel mundial. Lee completo este análisis de Frei Betto dando clik aquí.